Historia
Un legado de Familia
Puerto de mar en Madrid
En 1968, Pepe y su esposa Ludy, fundaron Restaurante Portonovo con un claro cometido: trasladar a Madrid la esencia de la gastronomía gallega y ofrecer en sus mesas una experiencia culinaria marina de primer nivel, fiel a sus raíces.
Portonovo no nació solamente como una casa en la que sentarse a comer, sino como un proyecto que buscaba transmitir la identidad de Galicia a través de cada cuidada elaboración.
El entorno privilegiado del barrio de Aravaca fue el lugar escogido para su establecimiento. Al poco tiempo sus mesas se llenaron de vecinos afincados en la urbanización La Florida y de representantes de la política, la sociedad y la realeza española, que acudían atraídos por la calidad excepcional de sus productos, su evocador espacio al aire libre, y la intimidad de sus salones.
El compromiso con la excelencia, que comienza en la selección del producto, no es únicamente cuestión de frescura, sino de garantizar que cada ingrediente llegue a la mesa con la máxima calidad y autenticidad.
Hoy, casi seis décadas después, Portonovo sigue siendo un gran referente de la cocina gallega de calidad.